** La presidenta de México rechaza que el empresario intente convertir su adeudo fiscal de 48 mil millones en un tema político.
La mandataria respondió a las declaraciones del dueño de Grupo Salinas, quien había vinculado su situación financiera con supuestas tensiones políticas y violencia en México. La deuda fiscal en México asciende a más de 48 mil millones de pesos y está siendo revisada por la Suprema Corte.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó este martes las declaraciones de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, quien afirmó que México enfrenta una crisis de violencia y acusó al gobierno de Morena de perseguirlo políticamente.
“Las deudas no se politizan, se pagan. ¡Así de sencillo!”, afirmó Sheinbaum durante la conferencia matutina.
La mandataria detalló que la deuda fiscal del empresario en México asciende a 48 mil millones de pesos, relacionada con ejercicios fiscales entre 2008 y 2013, en los que se detectó un uso abusivo de la figura de consolidación fiscal, eliminada en 2014. Los adeudos incluyen multas y recargos acumulados, con el caso más alto correspondiente a 2013, de casi 25 mil millones de pesos. Actualmente, estos casos están en revisión por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Sheinbaum aclaró que el gobierno está abierto al diálogo, pero subrayó que no se trata de una negociación política. Además, reveló que recibió una carta de los acreedores de Salinas Pliego en Estados Unidos solicitando una reunión, la cual aceptará la próxima semana, dejando claro que este asunto es legal y no político.
El conglomerado de Salinas Pliego, por su parte, ha acusado una “persecución política” y ha calificado la acción del gobierno como autoritaria, señalando que la administración busca distraer a la opinión pública de otros asuntos. Sin embargo, las autoridades han defendido que el seguimiento a estas empresas responde únicamente al cumplimiento de la ley y la Constitución, sin favoritismos ni condonaciones indebidas.
Expertos fiscales y autoridades recalcan que la consolidación fiscal, creada en 1982 para dar liquidez y competitividad a grandes corporaciones, fue utilizada por Grupo Salinas para generar beneficios indebidos, sumando resultados de compañías con pérdidas y ganancias para reducir sus pagos al fisco, práctica detectada por el SAT y ahora llevada a juicio.
Con esta declaración, Sheinbaum busca reafirmar que los procesos legales contra grandes empresas buscan garantizar que todos cumplan con sus obligaciones fiscales, sin importar su influencia o poder económico, y que la justicia se aplica de manera transparente en México.
MDR.