El presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó contra los intelectuales que avalaron el fraude de las elecciones presidenciales 2006 y que ahora, en el momento en que se discute la polémica Reforma Electoral, se disfrazan de demócratas.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador calificó este acto como “de vergüenza” y de “cretinismo” por parte de quienes defienden al Instituto Nacional Electoral (INE).
¿Cómo quienes han saqueado al país van a triunfar? ¿Qué creen que la gente no se da cuenta, que pueden engañar a la gente? Cómo estos intelectuales orgánicos que avalaron el fraude electoral con publicaciones, con manifiestos en el 2006, ahora se disfrazan de demócratas”, aseveró.
“Eso sí es una vergüenza, es un acto de cretinismo, pero luchar por ideal, por principios aunque esté uno en las peores condiciones, en la adversidad, hay que seguir adelante.
Más de 50 asociaciones mexicanas anunciaron este miércoles una marcha en 26 ciudades el próximo domingo para defender al INE, órgano autónomo que organiza las elecciones y que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, pretende reemplazar con una polémica reforma.
La manifestación principal partirá el domingo a las 10:00 h en Ciudad de México del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, pero se replicará en urbes como Guadalajara, Monterrey, Cancún, Mérida, Puebla, Ciudad Juárez y Tijuana.
Ya en el Monumento a la Revolución, los organizadores de dicha movilización apuntaron que solamente habrá un solo orador: José Woldenberg, exconsejero presidente del entonces Instituto Federal Electoral y quien se ha opuesto a la propuesta del mandatario mexicano, que ya se debate en la Cámara de Diputados.
Las agrupaciones se oponen a la reforma que presentó López Obrador en abril pasado porque crearía el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) para sustituir al INE, órgano autónomo que surgió en los 90 para quitar el control de las elecciones al Gobierno, entonces en poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
También eliminaría 200 diputados y 32 senadores, reduciría el financiamiento de los partidos políticos y redefiniría el concepto de “propaganda” para que el Gobierno se pronuncie durante las elecciones, disposiciones criticadas porque favorecerían al actual partido en el poder.
Con información de López-Dóriga Digital y EFE