Pedro N., quien conducía el taxi desde el que Lidia Gabriela cayó y murió en la alcaldía Iztapalapa, aseguró que nunca escuchó los gritos de auxilio de la joven, ya que al momento de los hechos conducía con música a alto volumen.
Este miércoles se llevó a cabo la audiencia inicial del taxista por el delito de feminicidio. Un juez determinó vincularlo a proceso e imponerle la prisión preventiva oficiosa, misma que deberá cumplir en el Reclusorio Oriente.
Pedro N. relató que cuando Lidia Gabriela abordó su unidad en la colonia Las Peñas, el pasado 1 de noviembre, se notaba nerviosa.
Añadió que cuando llegaron a la estación Constitución de 1917 del Metro la joven de 23 años de edad no quiso pagarle, por lo que decidió seguir manejando.
De esta forma, dijo, se incorporó a Calzada Ermita Iztapalapa y nunca escuchó los gritos de auxilio de Lidia Gabriela porque llevaba la música casi al 80 por ciento del volumen.
Sin embargo, Pedro N. reconoció que minutos antes había entablado una conversación con la joven.
Por su parte, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México indica que la joven avisó a su novio que el conductor del taxi había tomado una ruta distinta y le quería cobrar de más.
Asimismo testimonios refieren que Lidia Gabriela comenzó a gritar por ayuda desde el interior del taxi y que inclusive sacó medio cuerpo por una de las ventanillas traseras.
Contrario a la versión de que la joven se arrojó por temor a ser secuestrada, la Fiscalía capitalina sostiene que cayó por el movimiento brusco de Pedro N. con el auto al cambiar de carril y acelerar sobre la Calzada Ermita Iztapalapa.
Lidia Gabriela murió de manera instantánea al impactarse contra la cinta asfáltica, alrededor de las 17:21 h del 1 de noviembre.
Además de Pedro N., las autoridades detuvieron a sus tíos Federico N. y Fernando N. con quienes compartía la conducción del taxi. Ambos hombres son señalados por narcomenudeo.
Con información de Milenio y El País