** Se inicia un periodo conocido como “Sede Vacante” después de que la cabeza de la iglesia católica muere.

(Crédito: Christopher Furlong/Getty Images).
Tras la muerte o renuncia de un papa, la iglesia convoca a un cónclave el cual proviene del latín “Cum clave” que significa o hace referencia a una sala cerrada donde se reúnen los cardenales, es el decano del Sacro Colegio Cardenalico quien convoca a una reunión de todos los cardenales con derecho a voto los cuales son aquellos menores a 80 años.

De acuerdo con las normas que rigen el proceso el cónclave debe de iniciar 15 días después de que queda vacante la sede, dejando claro que el colegio de cardenales puede establecer otra fecha, la cual no debe de superar los 20 días desde la muerte del pontífice anterior.

Ante esto los cardenales tienen que realizar la elección en persona, lo que implica viajar a Roma a pesar de que muchos están repartidos en el mundo dirigiendo diócesis o archidiócesis, iniciado el cónclave dichos cardenales no pueden irse hasta que esté termine, además de que tienen prohibido hablar con gente externa a la reunión.

Como algo histórico han existido tres maneras de elegir al nuevo Papa las cuales son por aclamación, por compromiso y por escrutinio, los dos primeros fueron eliminados y la única vía actual que se elige al Papa es por votación individual y secreta de cada uno de los cardenales.
Los cardenales no pueden votar por sí mismos, su votación es sumamente secreta, los votos se cuentan abiertamente, un cardenal necesita el voto de las dos terceras partes del cónclave, si no se alcanza la votación se repite.

Después de algunas rondas de votaciones las papeletas van a un horno, en el case de no existir ganador, se añade una sustancia química al fuego para que el humo salga negro, informando así que no hay Papa, si hay ganador no se le agrega nada y el humo sale blanco indicando que ya se ha elegido a la nueva cabeza de la iglesia católica.
MDR.