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Nuevo León. – PAN, PRD, Morena, PT, y PVEM analizan presentar una denuncia contra Samuel García, candidato a la gubernatura de Nuevo León por MC, argumentando que este ha rebasado ya —y por bastante— sus topes de gastos de campaña.
La esposa del senador con licencia, la influyente Mariana Rodríguez, es dueña de una empresa que cobra por cada tuit de ella o por cada historia que sube a Instagram. La tarifa radica en 40 mil pesos por video (tarifa publicada por la empresa).
Por ello, ahora los competidores de Samuel quieren que todas las intervenciones, mensajes, videos que ella hace para su marido (esto es, apareciendo CON o hablando de él), y que son un montón, se contabilicen como gastos de campaña del abanderado de Movimiento Ciudadano.
Son muchas las historias y tuits al día, en lo que va de precampaña y campaña.
El hecho es que, de concretarse dichas imputaciones, ello llevaría a Samuel a rebasar invariablemente los topes de gastos de campaña, lo que le pondría fuera de la contienda.
Esto sin duda generaría todo un embrollo jurídico porque, puede argumentarse, la conocida mujer tiene derecho a apoyar a su marido, ¿o no? Y ya tendremos, nuevamente, como en el caso de Guerrero o Michoacán, al INE y al Trife obligados a pronunciar la última palabra.
Vale la pena notar otra cosa en todo este asunto: el gran poder de la pareja sentimental (de la fémina Mariana Rodríguez en este caso). ¡Lo que son las cosas! Mariana es hoy para Samuel lo que fue —guardadas las proporciones— Angélica Rivera hace unos años para Enrique Peña Nieto: una celebridad muy influyente que cobraba por aparición. Que, no obstante, al casarse con el candidato no le cobró a su marido, por lo que ni las autoridades ni la competencia electoral pensaron nunca en contabilizarlo como gastos de campaña.
Si al jugar semejante carta se equivoca Morena, que es el principal partido detrás de esta nueva noción de contabilidad —de eso no hay duda, aunque no dé la cara—, lo que ocurrirá es que no le quitarán a Samuel la candidatura y solo lo victimizarán. Y ya sabemos cómo termina eso: con un crecimiento importante del contendiente atacado.
Mismo si se le llegara a quitar la candidatura al abanderado de MC, además de muchos electores neoleoneses enojados, el efecto Mariana terminaría beneficiando más a Adrián y/o a Larrazabal que a Clara Luz.
A todos los contendientes y partidos de tan regio estado más les valdrá anticipar esto y tomar cartas en el asunto. Parece un tema nimio, pero la verdad es que dado que el protagonismo y el espectáculo han cobrado un valor muy alto en la política, algo tan pequeño se ha vuelto un elemento central de esta actividad.