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Gaza.- Alrededor de 10 mil palestinos abandonaron sus hogares en la franja de Gaza, confirmó la Organización de Naciones Unidas (ONU), Israel continua su feroz ofensiva militar con bombardeos aéreos y fuego de artillería contra el pequeño enclave, en una escalada de tensiones en la región que comenzó el pasado lunes y que ha dejado más de 130 muertos.
Aviones del ejército israelí reanudaron los ataques aéreos sobre Gaza la madrugada de este sábado, y militantes del movimiento islamita Hamas respondieron lanzando cohetes hacia Israel, mientras diplomáticos estadunidenses y árabes buscan poner fin a la violencia.
Médicos palestinos indicaron que al menos dos personas murieron en uno de los varios ataques aéreos en el norte del enclave. Residentes afirmaron que barcos israelíes dispararon proyectiles desde el Mediterráneo, aunque es posible que ninguno haya alcanzado Gaza.
Las fuerzas israelíes reportaron haber alcanzado la oficina del jefe de seguridad del Movimiento de Resistencia Islámica, Tawfiq Abu Naim, así como tres instalaciones de lanzamiento de cohetes en Gaza.
Después de días de intensos combates entre el ejército israelí y la milicia de Hamas, algunos aterrorizados residentes de los barrios en la periferia de Gaza, especialmente del norte, decidieron no esperar a ver si se repite lo ocurrido en 2014, cuando hubo una incursión militar terrestre, por lo que tomaron a sus hijos y sus pertenencias para huir.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados informó ayer que cientos de personas huyeron desde el jueves hacia las escuelas administradas por la ONU en Gaza para refugiarse, particularmente en el norte, y destacó que toman medidas para asegurarse de que los sitios estuvieran organizados con la finalidad de evitar contagios de Covid-19.
Aquellos que se dirigían al sur, algunos jalando carretillas para transportar sus pertenencias, pasaban frente a edificios destruidos durante el conflicto en Gaza, un enclave costero que alberga a 2 millones de personas y en gran parte aislado del mundo exterior debido a un bloqueo impuesto por Israel.
Bajo fuertes bombardeos el jueves por la noche, Rewaa Marouf tomó a sus hijos y huyó de la ciudad de Beit Lahiya, cerca de la frontera norte de Gaza con Israel. Ella se dirigió a una escuela administrada por la ONU en el campo de refugiados de Jabalia, uniéndose a decenas de personas apiñadas en el interior, mientras en los caminos la gente viajaba más al sur en automóviles, carretas tiradas por burros o a pie.
“Estábamos sentados con los niños en casa cuando de repente la artillería comenzó a bombardear en todas direcciones”, recordó.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) está ayudando con suministros médicos en Gaza, pero se necesita más apoyo en medio de las crecientes tensiones entre Israel y Palestina, dijo a Sputnik la jefa regional de Comunicaciones de Medio Oriente y África del Norte, Juliette Touma. “Esto es lo que más necesitamos: movilizar suministros médicos para los centros de salud en Gaza”, instó Touma.
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