Los cuatro militares señalados por el asesinato de cinco jóvenes en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fueron ingresados esta madrugada a la prisión del Campo Militar 1-A, aledaña a la sede de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los militares, dos cabos y dos soldados, fueron ingresados esta madrugada a las instalaciones de la Sedena procedentes del estado de Tamaulipas, donde se encontraban recluidos tras los hechos.
Los cuatro elementos fueron procesados el jueves por autoridades de la Sedena por su presunta implicación en la muerte de cinco jóvenes en Nuevo Laredo.
De acuerdo con información de Grupo Fórmula los soldados ya fueron entrevistados también por la Fiscalía General de la República (FGR).
La investigación por lo ocurrido la madrugada del 26 de febrero persigue delitos del fuero militar, como la desobediencia por no acatar la Ley Nacional del Uso de la Fuerza, y del fuero civil, como homicidio y lesiones.
La Sedena sostiene que la agresión ocurrió cuando militares escucharon detonaciones por arma de fuego cuando recorrían calles de la colonia Manuel Cavazos Lerma.
En un comunicado detalló que los militares encontraron una camioneta con siete personas a bordo, quienes se trasladaban a exceso de velocidad, sin placas y con las luces apagadas. El conductor, al notar la presencia militar, aceleró “de manera intempestiva y evasiva”.
Los ocupantes finalmente se estrellaron contra un vehículo estacionado. Tras escuchar un estruendo, los militares abrieron fuego; suceso que “actualmente diversas autoridades se encuentran investigando para determinar la veracidad de los hechos”.
Los militares observaron, tras el tiroteo, a una persona ilesa, una herida y cinco personas muertas. “A la persona que resultó herida se le brindó la atención, solicitando el apoyo de una ambulancia para ser evacuado a una instalación sanitaria”.
Los jóvenes asesinados fueron identificados como Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo y Gustavo Ángel Suárez Castillo, quien tendría ciudadanía estadounidense.
El abatimiento de estos jóvenes ocurre en medio de las crecientes políticas de militarización del presidente López Obrador, quien ha asignado a las Fuerzas Armadas tareas de seguridad pública.
Con información de López-Dóriga Digital