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Ciudad de México. Andrés Manuel López Obrador le respondió a el Instituto Nacional Electoral (INE), que no cuentan con argumentos para solicitar bajar sus conferencias de prensa de las redes sociales.
“No podrían hacerlo, porque es mi derecho de manifestación, es mi libertad y eso está por encima de cualquier otra disposición o reglamento. ¡No! imagínense, sería un golpe de Estado técnico”, aseguró el mandatario.
La importancia de los mensajes cotidianos es amplia, porque sin ese vehículo de comunicación política “nos rodearían, nos cercan y toda la campaña (de los conservadores) sería lo único que prevaleciera. Es que están también afectando la institución presidencial, no me puedo quedar callado. Es todos los días, un día sí y el otro también, de campaña”, explicó AMLO.
Cuando se le interrogó por la decisión del gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien expropió el Club Campestre de Tijuana, advirtió “tengo que verlo bien”, para no hacer juicios sumarios ni condenar a nadie. Y de ahí pasó a las campañas electorales del PAN, el PRI y del PRD, sin mencionarlos.
“No se unieron para ver quién gana una gubernatura, presidencias municipales, diputaciones locales, no, no, el propósito es la Cámara de Diputados, porque les incomoda muchísimo, sobre todo la política social. Les genera mucho coraje el que se ayude a los jóvenes, a los adultos mayores, que se den las becas. Les molesta, aunque parezca increíble, la atención médica y los medicamentos gratuitos. Entonces, ellos quisieran manejar el presupuesto.”
López Obrador no se refirió a ningún instituto político, ni habló del proceso electoral, sí lo hizo del partido conservador, “que ni registro tiene”, y para enfrentar la campaña de ese grupo indefinido abiertamente, mostró una lámina de la encuesta publicada el viernes pasado en un diario, donde se presenta la tendencia a favor de Morena (con 49 por ciento) para mantenerse como fuerza mayoritaria en San Lázaro.
El mandatario insistió en el derecho que “tengo a informar a la gente” de la realidad nacional, porque”} queremos la transformación.
“Cuando la gente diga que ya no quiere que yo esté, me voy. Yo llegué aquí no para detentar el poder, llegué aquí para transformar a México. Me interesa que no haya la monstruosa desigualdad que hay actualmente”, concluyó.