** El morenista Juan Francisco Gim dice que se trata de un tema administrativo y que no hay nada indebido en su contra.
El alcalde fronterizo confirmó que su visa fue revocada por el gobierno estadounidense, pero negó cualquier acusación formal. Asegura que mantiene la calma, que no hay escándalo y que seguirá trabajando con normalidad. La medida se da en medio de una serie de cancelaciones de visas a políticos mexicanos.

El presidente municipal de Nogales, Sonora, Juan Francisco Gim, confirmó que el gobierno de Estados Unidos le revocó su visa, aunque aclaró que se trata de un proceso meramente administrativo. A través de un mensaje en redes sociales, aseguró que tiene la conciencia tranquila, que no se le ha señalado por ningún delito y que seguirá cumpliendo con sus funciones al frente del Ayuntamiento.
“Efectivamente, el gobierno de Estados Unidos ha tomado una medida respecto a mi situación migratoria, lo cual respeto”, dijo.
“Mantengo la tranquilidad y la conciencia en paz porque no se me calificó absolutamente de nada indebido. Por eso sigo aquí, trabajando”.
La noticia se da justo cuando Estados Unidos ha cancelado visas a otros funcionarios públicos, como la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y su esposo. Aunque no se han detallado los motivos de esta decisión contra el alcalde de Nogales, medios han reportado que intentó cruzar a EU por la garita Dennis DeConcini el pasado 5 de agosto y fue retenido por varias horas.

Gim, quien logró una histórica reelección en 2024 bajo la coalición de Morena, PT y Partido Verde, también había generado polémica meses atrás por declaraciones a favor de las deportaciones impulsadas por Donald Trump. En su mensaje, pidió no caer en confrontaciones políticas y centrarse en el trabajo por la ciudad.
“Sigo trabajando de manera normal y con la misma intensidad. Me encuentro en mi oficina, cumpliendo con mis deberes. Incluso participo en reuniones binacionales de temas de seguridad porque Nogales no se tiene que parar, mucho menos yo”, afirmó.
El retiro de la visa no implica necesariamente una acusación penal, pero sí representa un golpe para quienes, como él, mantienen vínculos personales o laborales con el lado estadounidense de la frontera. A pesar de ello, el alcalde insiste en que no hay razón para preocuparse.
“El tiempo me dará la razón”, concluyó.
MDR.