Este jueves, al menos seis personas fueron detenidas en una operación contra un grupo criminal que mataba caballos de forma clandestina y vendía su carne, a veces podrida, a restaurantes en el estado brasileño de Río Grande do Sul.
La investigación, iniciada hace dos meses, reveló que la banda suministraba a establecimientos del municipio de Caxias do Sul «grandes cantidades de carne, en forma de hamburguesas y filetes», que provenían de la «matanza clandestina de caballos».
Las autoridades brasileñas confirmaron sus sospechas a través de una serie de prácticas en dos hamburgueserías de Caxias do Sul, en cuyos productos «se encontró la presencia de ADN de caballo», mezclado con carnes de pavo y cerdo.
«Eran distribuidos en torno a 800 kilogramos semanales», señaló el fiscal Alcindo Luz en la nota.
Llamadas telefónicas realizadas en el marco de la investigación también permitieron descubrir que el grupo utilizó «carne podrida, lavada para quitar el hedor y mezclada con otras para la confección de las hamburguesas».
«Hay indicios de que algunos de los animales abatidos por el grupo serían substraídos de conductores de carruajes, quienes se estarían robando los caballos los unos a los otros para entregarlos al matadero del grupo criminal», apuntó el Ministerio Público.
El organismo subrayó además que los locales donde era procesada la carne de manera clandestina «presentaban pésimas condiciones de higiene».
En el operativo de este jueves, bautizado como «Hipo», participaron 70 agentes del Ministerio Público, la Brigada Militar y las Secretarías de Salud y Agricultura de Río Grande do Sul, que además de detener a seis personas, cumplieron 15 órdenes de allanamiento.
La jueza encargada del caso, María Cristina Rech, justificó la prisión preventiva de los sospechosos al tratarse de «graves delitos cometidos contra la salud pública» por la «comercialización intensa de carnes producidas, almacenadas y vendidas irregularmente de principio a fin, sin cualquier tipo de fiscalización».
Por: EFE