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Londres.- Del patio del castillo de Windsor en la residencia real del oeste de Londres, donde murió hace ocho días el marido de la reina Isabel II, salió el féretro del príncipe Felipe hacia la capilla de San Jorge, donde será enterrado.
La procesión comenzó a las 14:45 horas con el traslado del féretro en un Land Rover que el príncipe ayudó a diseñar, lo acompañaban los miembros más cercanos de la familia real y sus cuatro hijos, seguidos de la reina en un automóvil.
La monarca se sentó sola en la capilla para despedir a su esposo, el hombre con quien se casó siendo aún princesa en 1947 y cuya muerte la deja sola en el ocaso de su reinado.
Todas las miradas estuvieron puestas en los príncipes Enrique y Guillermo, cuyas relaciones son tensas, en busca de alguna señal de reconciliación.
Esta fue la primera aparición pública de Enrique, desde que él y su esposa Meghan abandonaron sus funciones reales y se fueron a vivir a California.
El funeral fue presidido por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de los anglicanos, para después enterrar en privado al príncipe en la bóveda real de la capilla San Jorge.