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Ciudad de México.- El presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, envió una carta con un fuerte mensaje a los gobernadores: “Les propongo de la manera más horizontal y respetuosa que establezcamos un acuerdo nacional en favor de la democracia. Por mi parte, les manifiesto que actuaré, como siempre, con absoluta rectitud y en defensa de la soberanía popular. Y a esto mismo los convoco a ustedes”,
El objetivo es establecer un acuerdo nacional en favor de la democracia, en el cual se garantice la no intervención de las autoridades –federal y estatales– en las elecciones de este año.
Los exhortó a no intervenir para apoyar a algún candidato, no permitir el uso del presupuesto con fines electorales y denunciar la entrega de dinero del crimen organizado o de la delincuencia de cuello blanco para financiar campañas.
Impedir la compra de lealtades o conciencias; no traficar con la pobreza ni solapar mapaches electorales, así como evitar el acarreo y relleno de urnas, falsificación de actas “y todas esas abominables prácticas ilegales y antidemocráticas que deben quedar en el pasado de manera definitiva”.
Durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, López Obrador leyó la carta escrita en 12 cuartillas y aseguró que –como hizo hace un siglo Francisco I. Madero– decidió enviar este tipo de misivas a los gobernadores y ser, como el prócer, principal defensor de la voluntad del pueblo.
Mencionó que en muy pocos momentos de la historia se ha visto realizado este ideal de auténtica democracia; citó el triunfo del movimiento revolucionario y el gobierno de Madero; los comicios de 2000, “cuando se respetó el triunfo del PAN y de su candidato a la Presidencia”, y las elecciones de julio de 2018, “cuando la mayoría de los ciudadanos decidió apoyar el proceso de transformación que está en marcha para desterrar la corrupción y el régimen de injusticias y privilegios que predominaba”.
Consideró que en la actualidad hay condiciones inmejorables para establecer una verdadera democracia. “El pueblo así lo demanda”, dijo, en el marco de partidos bien definidos e instituciones electorales “encaminadas a ser cada vez más libres e independientes”.
Recordó que los delitos en la materia ahora son considerados graves, y que la historia ha enseñado que la estabilidad política no se consigue sólo con el progreso material.
“La democracia podrá no traer el cuerno de la abundancia, pero sí produce los equilibrios necesarios para evitar que una persona o una minoría se adueñe del poder público y la riqueza se concentre en unas cuantas manos”. Reiteró los efectos nocivos de la corrupción y del predominio de un sistema político elitista y antidemocrático.