** Una historia de injusticia que duró casi dos décadas
El caso que lo mantuvo preso durante 19 años terminó con una sentencia absolutoria. Salió del penal del Altiplano, abrazó a su familia y prometió que más adelante contará todo lo que vivió.

Después de casi 20 años en prisión sin recibir una sentencia, Israel Vallarta salió libre la mañana de este viernes del penal del Altiplano. Lo primero que hizo al cruzar la garita fue abrazar a su hijo, a su esposa María Sáenz y a su abogado Arturo López, quien desde hace años asumió su defensa legal.
El caso Vallarta fue uno de los más mediáticos de los últimos tiempos. Fue presentado como secuestrador en un montaje televisivo durante el sexenio de Felipe Calderón, cuando Genaro García Luna estaba al frente de la seguridad federal. Desde entonces, y sin que se comprobara su culpabilidad, pasó casi dos décadas en prisión preventiva.
“Gracias al pueblo de México por no creer todas las mentiras. La verdad siempre sale, tarde o temprano”, dijo al salir.
También lanzó un mensaje claro: habrá consecuencias para quienes participaron en su detención ilegal y el montaje que lo dejó encerrado.
Contó que fue la noche del jueves cuando le notificaron que quedaba absuelto. Y aunque dijo no guardar rencor, dejó claro que nadie debería pasar lo que él pasó. Durante su encierro perdió a su madre, su padre y varios hermanos.

Ahora, su prioridad es estar con los suyos. Al preguntarle si demandará al Estado mexicano, respondió que lo pensará, pero que el daño ya está hecho.
“¿De qué sirve que me den dinero si ya no tengo a quienes perdí?”, dijo con firmeza.
Su esposa, María Sáenz, pidió una disculpa pública de parte de la presidenta Claudia Sheinbaum, señalando que es inhumano que alguien pase casi 20 años preso sin que haya una sentencia en su contra.
Israel prometió que más adelante dará una conferencia para contar todo lo que sabe y vivió. Por ahora, dice, solo quiere respirar en libertad y recuperar lo que le arrebataron.
MDR.