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Veracruz. – La laguna el Farallón, en Actopan, se ha convertido en un lodazal donde los pelícanos mueren de sed y está a punto de secarse.
Manolo Acosta Domínguez, presidente de la cooperativa pesquera El Farallón-El Llano, atribuyó la desecación del lago a tres factores: el cambio climático, que ha provocado intensos periodos de estiaje en años recientes; la extracción de agua en pozos cercanos para exploración minera y la sobreexplotación de agua en ranchos ganaderos.
“Esta laguna de agua dulce está en la ruta de aves migratorias que descansaban y se alimentaban en este cuerpo de agua antes de continuar su camino hacia el norte”, señaló Acosta Domínguez.
Aseguró que en los tres años recientes se ha perdido 75 por ciento de la laguna y sólo queda “un pequeño charco”.
El líder de pescadores explicó que la profundidad de la laguna El Farallón pasó de 13 metros a sólo 50 centímetros. “Ya no se puede ingresar en bote y desde hace un año disminuimos la actividad pesquera, a entre cinco y 10 kilos”.
La desaparición del lago ha puesto en jaque a 100 familias que viven de la pesca, pues “en la zona no hay industria ni oficinas donde emplearse. Aquí se vive del campo y de los productos que obtenemos en las lagunas y el mar”.
“Estamos viviendo una catástrofe. Hemos turnado peticiones a los gobiernos locales y esperamos que puedan ayudarnos”, declaró Antonio Vázquez Cervantes, pescador originario de la comunidad de Los Baños, municipio de Actopan.
Vázquez Cervantes expuso que la sequía en la laguna El Farallón es un indicador de la pérdida de agua en la zona costera central, a 93 kilómetros de Xalapa, capital del estado, cerca de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde.
Refirió que los habitantes de los poblados de San Juan Villa Rica, El Porvenir, Los Baños, El Ojital, La Luz, Palmas de Abajo y Las Tinajitas padecen la falta de agua. “La gente está escarbando, buscando, y no hay”, reprochó.