Un grupo de migrantes judíos ortodoxos de la comunidad Lev Tahor, detenidos en un operativo migratorio de autoridades mexicanas, se fugaron del centro para la familia en Huixtla, municipio de Chiapas cercano a la frontera de México con Guatemala.
Los hechos ocurrieron la madrugada de este jueves después de que un grupo de personas llevó comida a los miembros de su comunidad, cuando los menores de edad detenidos y mujeres empezaron a empujar a los guardias de seguridad que cuidaban la puerta principal.
Entre gritos y empujones salieron decenas de judíos que estaban alojados desde el fin de semana pasado en el centro del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Huixtla, ubicado a unos 40 kilómetros de Tapachula.
“Comida, comida”, gritaban los niños durante su irrupción en la puerta, mientras algunos elementos de seguridad privada trataban de levantarse porque se cayeron al tratar de detener al grupo.
Los migrantes priorizaron sacar a los menores de edad y mujeres a la salida del edificio del Centro de Atención al Tránsito Fronterizo (CAIFT) de Huixtla para incorporarse a la carretera, donde caminaron lentamente en medio de la oscuridad.
Un migrante judío, quien decidió omitir su nombre por temor a represalias, denunció a Efe que “querían deportar a toda la comunidad de regreso a Israel”.
“No teníamos ningún crimen adentro, pero no nos dejaban salir, esa es una violación al derecho de la libertad”, comentó.
El migrante lamentó que “el esfuerzo legal de los compañeros para hacer las cosas legales y para sacar a la comunidad no funcionaron y para los que estaban adentro era hora de salir y de correr”.
Los migrantes tomaron la carretera con rumbo desconocido, en medio de la noche, ya que estaban desesperados por estar encerrados seis días sin que tuvieran respuesta de las autoridades federales para dejarlos salir.
“Queremos ir a la casa, queremos libertad, por favor”, expresó en su camino una mujer de esa comunidad que cargaba en brazos a un menor edad.
El martes y miércoles el grupo de judíos ortodoxos empezaron con protestas para exigir al Gobierno mexicano que liberara a los menores de edad, sin éxito.
Ante el flujo migratorio récord, el Gobierno de México ha desplegado a casi 30 mil efectivos de las Fuerzas Armadas en las fronteras norte y sur, donde en los últimos tres meses han interceptado a 124 mil 300 migrantes, un 115 por ciento más que el mismo periodo anterior.
Un récord de 58 mil 642 personas solicitaron refugio en México durante la primera mitad de 2022, un aumento interanual de casi 15 por ciento.
Con información de EFE