Ante el retroceso en el control de casos de COVID-19, se implementan nuevamente disposiciones que afectan el aforo en lugares públicos y privados, tanto de ocio como de culto
El aumento significativo en los casos de COVID-19 en Chiapas provocó que las autoridades de Salud y gubernamentales consideraran regresar a semáforo de riesgo epidémico amarillo, tras cerrar ocho semanas en semáforo verde.
Si bien, el semáforo verde abría la posibilidad de regresar a clases presenciales -si la población lo decidía-, ahora tendrá que esperarse más tiempo para retomar estas y otras actividades, pues el semáforo amarillo trae cambios y nuevas reglas que deberán acatarse para lograr controlar la pandemia.
De acuerdo con el protocolo de la Secretaría de Salud el aforo que tendrán las siguientes actividades será distinto:
En los hoteles se permitirá una ocupación máxima del 75 por ciento, al igual que en los restaurantes, cafeterías, peluquerías, estéticas y barberías, así como parques, plazas y espacios públicos abiertos. Los gimnasios, albercas, spa, centros de masajes y centros deportivos, también tendrán esa ocupación, sin embargo, cabe destacar que, en estos últimos, los distintos Ayuntamientos decidirán como se regirán. En Tuxtla Gutiérrez, por ejemplo, se suspendieron los eventos deportivos masivos.
En el caso de los mercados y supermercados se permitirá un aforo de 100 por ciento, -ya que es parte de las actividades esenciales-, pero, sólo deberá ingresar una persona por familia a estos establecimientos.
En cuanto a los sitios de entretenimiento como: cines, teatros, museos y eventos culturales la ocupación que se permitirá será del 50 por ciento, también entran en esta ocupación los centros comerciales y centros nocturnos, bares y salones de eventos.
Para las actividades de los centros religiosos, iglesias, templos y mezquitas, el aforo que se permitirá será de un 50 por ciento; en estos sitios cabe subrayar que en Tuxtla Gutiérrez hay iglesias que están haciendo sus actividades de manera “normal” con más de 50 personas, como es el caso de la iglesia evangélica Jesús es el Camino, la misma que ha estado en polémica en varias ocasiones por hacer cultos donde se conglomeran muchas personas.
Por otro lado, es importante que la ciudadanía reconozca que el cambio de semáforo es un recordatorio que el COVID-19 sigue activo y no hay que bajar la guardia. Según los reportes de autoridades locales, existen clínicas especializadas COVID-19 que se encuentran en su máximo cupo, además, que comienza el desabasto de tanques de oxígeno en algunos municipios como Tonalá.
