** Renuncia inesperada sume a Francia en incertidumbre política y económica.
Sébastien Lecornu presentó su renuncia al presidente Emmanuel Macron, menos de un mes después de asumir el cargo, generando una fuerte reacción en la política francesa y afectando los mercados europeos.

Raphael Lafargue/SIPA/AP
El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, presentó este lunes su renuncia al presidente Emmanuel Macron, apenas horas después de haber anunciado su nuevo gabinete. Su salida marca el mandato más corto de un primer ministro en la Quinta República francesa y refleja la creciente fragmentación política del país.
Lecornu explicó que su dimisión se debía a la falta de condiciones para gobernar, la presión de partidos políticos que ignoraban los cambios prometidos y las dificultades para construir consensos en una coalición frágil.
“No se puede ser primer ministro cuando no se dan las condiciones”, declaró desde Matignon, sede del gobierno.
Su breve mandato —menos de cuatro semanas— se convirtió en el quinto cambio de primer ministro en menos de dos años bajo Macron. Durante ese tiempo, Lecornu enfrentó críticas tanto de la izquierda como de la derecha, con partidos que exigían que el Gobierno adoptara completamente sus programas, sin ceder en negociaciones.

La renuncia también afectó de inmediato a los mercados: las bolsas francesas cayeron hasta 1,7%, mientras que los bonos subieron y el euro retrocedió 0,7% frente al dólar, evidenciando la preocupación por el presupuesto nacional que ahora queda en suspenso.
La crisis política se profundiza en un Parlamento fragmentado, donde ningún partido tiene mayoría absoluta, y el gobierno depende de coaliciones inestables. La oposición ultraderechista, encabezada por Jordan Bardella, instó a Macron a convocar elecciones parlamentarias anticipadas, mientras la izquierda denunció que la efímera gestión de Lecornu evidencia la incapacidad del macronismo para estabilizar el país.
Con la dimisión, Macron enfrenta dos caminos: disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas, o intentar formar un nuevo gabinete que pueda negociar el presupuesto antes del 31 de diciembre, fecha límite para evitar problemas económicos graves.
Analistas advierten que Francia podría entrar en una etapa de incertidumbre prolongada, afectando la confianza de inversores y ciudadanos. La rápida renuncia de Lecornu es vista como un reflejo de los desafíos estructurales del sistema político francés, donde los acuerdos y coaliciones son frágiles y la gobernabilidad se torna cada vez más compleja.
MDR.