** La presidenta adelantó que en la reforma electoral de su gobierno propondrá desaparecer el fuero constitucional para diputados y senadores.
Desde Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum cuestionó el privilegio de inmunidad que protege a legisladores y adelantó que la iniciativa será enviada al Congreso en febrero de 2026.

En el marco de su primer año de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció que propondrá la eliminación del fuero constitucional para diputados y senadores como parte de la próxima reforma electoral que presentará su administración.
Durante su conferencia matutina de este 1 de octubre, Sheinbaum señaló que no existe justificación para mantener este privilegio que, históricamente, ha sido utilizado como escudo para evadir la justicia.
“La presidenta no tiene fuero, ¿por qué los legisladores sí? Eso es del pasado”, expresó al adelantar que enviará la propuesta por escrito a la Comisión Presidencial encargada de la reforma.
La mandataria indicó que la iniciativa se trabajará hacia diciembre y será presentada al Congreso en febrero de 2026, aunque su entrada en vigor dependerá de los tiempos legislativos y de la discusión política que se abra en torno a ella.
Sheinbaum insistió en que el objetivo es fortalecer la rendición de cuentas y garantizar igualdad ante la ley, evitando que figuras políticas puedan utilizar el fuero como blindaje frente a acusaciones penales. Recordó que en los últimos años varios personajes han logrado evadir procesos gracias a esa protección, lo que a su juicio refleja la necesidad de cambiar la norma.

La presidenta también respaldó el mensaje de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien advirtió en el Senado que “quien se pase de la ley asumirá las consecuencias”. Al ser cuestionada sobre las polémicas que rodean a integrantes de su propio movimiento, Sheinbaum recalcó que no habrá impunidad para nadie, incluso si se trata de personajes cercanos.
La figura del fuero tiene raíces históricas que se remontan a la Constitución de Cádiz de 1812 y se ha mantenido en las distintas constituciones mexicanas como mecanismo de inmunidad parlamentaria. Sin embargo, su permanencia ha generado debate sobre si cumple todavía un papel necesario en la vida democrática del país.
Con su propuesta, Sheinbaum abre un nuevo capítulo en la discusión sobre los privilegios de la clase política, y deja en manos del Congreso la decisión de avanzar hacia una reforma que podría modificar de fondo la relación entre legisladores y ciudadanía.
MDR.