** Jornada de protestas a 11 años de la desaparición de los 43.
Padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos, acompañados por normalistas y activistas, se movilizaron en la Ciudad de México y el Estado de México. Exigieron al Ejército entregar más de 800 expedientes relacionados con los hechos ocurridos en Iguala en 2014.

Las protestas por el caso Ayotzinapa volvieron a tensar el ambiente este jueves, cuando un grupo de normalistas derribó con un camión la reja de acceso al Campo Militar 1, en Naucalpan, Estado de México, y posteriormente le prendieron fuego. Las acciones ocurrieron minutos antes de las 13:00 horas, tras un mitin encabezado por familiares de los 43 estudiantes desaparecidos.
Desde temprano, madres y padres de los jóvenes realizaron la jornada denominada “Ayotzinapa: 11 años de luces y sombras”. La concentración inició frente a la Fiscalía General de la República, en la colonia Doctores de la Ciudad de México, donde los familiares reiteraron su exigencia de justicia y denunciaron la falta de avances en la investigación.
Posteriormente, una caravana de más de 20 autobuses se trasladó hacia el Campo Militar 1. En el lugar, elementos del Ejército, Guardia Nacional y policías capitalinos resguardaban la zona con vallas metálicas, alambre de púas y equipos antimotines. Pese al operativo, los normalistas lograron impactar un vehículo de carga contra la puerta principal y lanzar explosivos, además de realizar pintas en la fachada.

Durante el mitin, Melitón Ortega, vocero de los padres y madres de los 43, señaló que la principal exigencia es que la Secretaría de la Defensa Nacional entregue los 800 folios de información que aún mantiene bajo resguardo y que podrían arrojar datos clave sobre lo ocurrido la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
“Pedimos que no intenten borrar, desaparecer ni destruir evidencias, porque esa es la forma en que nunca se esclarecerá el caso”, advirtió el representante de las familias, al tiempo que acusó al Ejército de ocultar información fundamental.
A 11 años de la desaparición de los normalistas, los familiares insisten en que se trata de un crimen de Estado, con la participación de policías municipales, delincuentes y autoridades de distintos niveles de gobierno, incluido el Ejército. Sus jornadas de lucha buscan mantener viva la memoria y la exigencia de justicia frente a un caso que sigue marcado por la impunidad.
MDR.