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Los cargos para Emma Coronel son: conspiración para distribuir e importar a Estados Unidos cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana, así como “ayudar e incitar” estas operaciones ilícitas de narcotráfico.
La juez que lleva el caso advirtió a la acusada, quien escuchaba desde un centro de detención en Virginia con una intérprete traduciendo al español, que si es declarada culpable en un juicio, la condena fijada para estos delitos sería de un mínimo de 10 años de prisión a un máximo de cadena perpetua y una multa hasta de 10 millones de dólares (o ambas cosas).
El fiscal federal, Anthony Nardozzi, solicitó la encarcelación prejuicio de la acusada por la gravedad de los cargos, su vínculo con el cártel de Sinaloa y los antecedentes de su esfuerzo para ayudar en la fuga de su esposo, Joaquín El Chapo Guzmán Loera, en México.
Argumentó que ella “trabajó de cerca con la estructura de comando y control” del cártel y sugirió que tiene acceso a recursos de esa organización, lo cual representa “un riesgo de fuga”.
El abogado defensor, Jeffrey Lichtman, informó a la juez que por el momento no estaba proponiendo la libertad bajo fianza y con ello aceptó la detención temporal de su cliente. Indicó que procederá a formular una solicitud de libertad bajo fianza más adelante.
Así, la juez ordenó mantener a Coronel en detención sin fianza antes del juicio, aunque registró que la defensa se reserva el derecho de retomar este tema.
Coronel estará encarcelada –por ahora en Alexandria, Virginia– mientras proceden las etapas iniciales del caso. Aún no se fijó cita para la siguiente audiencia.
Lichtman fue integrante del equipo defensor de Guzmán Loera en su juicio en Nueva York, el cual concluyó justo hace dos años.
La orden de detención de Coronel fue emitida el 17 de este mes, con base en evidencia presentada por el agente especial Eric McGuire de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), encargada de este caso, quien afirma que desde 2014 hasta el 19 de enero de 2017, Coronel “conspiró consciente, intencional y voluntariamente con Joaquín Guzmán” para distribuir drogas ilícitas “sabiendo y con la intención de que tales sustancias serían ilegalmente importadas a Estados Unidos”.
Aún no se ha presentado un encausamiento oficial –el arresto y detención es en torno a lo que se llama una “queja criminal”– y, por tanto, todavía no se presentan las pruebas específicas y por ahora se sustenta sólo en la declaración jurada del agente especial de la FBI que encabeza esta investigación.
Sin embargo, durante el juicio de El Chapo Guzmán en Nueva York se presentaron pruebas y declaraciones de testigos cooperantes, incluyendo a ex subordinados del narcotraficante y de quien se dijo era su exmano derecha, Dámaso López Núñez, implicando a Coronel en las operaciones de narcotráfico al mando de Guzmán dentro del cártel de Sinaloa, como también en la planeación de la fuga de su esposo. En ese entonces, algunos observadores preguntaban si ella –quien estuvo presente durante gran parte del juicio– sería arrestada eventualmente por autoridades estadunidenses.
Aunque no se sabía hasta el lunes que Coronel estaba bajo investigación, los cuatro hijos mayores de El Chapo han sido formalmente acusados de narcotráfico y son considerados prófugos de la ley en Estados Unidos.